dimecres, de setembre 12, 2007

Aquest article s’ha publicat a l’edició d’avui de “El Periódico de Catalunya”. M’ha agradat molt i ens ofereix una reflexió que hauria de fer pensar a molts i especialment als polítics.
Per això el reprodueixo aquí

Querida Itziar

JULI CAPELLA

Me gusta tu nombre. Me entero de que eres la nueva concejala de mi barrio, Ciutat Vella, en Barcelona, ¡enhorabuena! Dicen que eres muy concienciada, que vienes de movimientos sociales y que abogas por la participación ciudadana. Ahora has decidido integrante en el ayuntamiento para seguir la labor. Felicidades por tu decisión.
Creo que hay que mojarse, y que vale la pena asumir el riesgo.Siempre he creído en la labor de "entrismo", aprovechar las oportunidades, las grietas del sistema imperante, para transformarlo. Ojo, no suele ser fácil, porque tiende a no dejarse. Pero creo que es mejor asumir una responsabilidad, la que te dejen, que dedicarse a vivir de la crítica, que aunque justa, siempre resulta facilona y de poso negativo.
Ahora bien, auguro que no durarás mucho en el cargo. Hay dos motivos para pensarlo, el primero es que, constándome tu honestidad, no podrás resistir mucho tiempo la contradicción de "dormir con el enemigo". Llegado un momento, tendrás cortapisas en tu cometido. Poco a poco verás como no avanzas, y al final, harta, preferirás dejarlo. La otra es que directamente te echenEn cualquier caso, si duras más de cuatro años querrá decir que ya te has integrado en el aparato del poder, y entonces tu rol no tendrá nada de diferente del de otros políticos, quedarás abducida.
No hay opción, o se manda o se es mandado, no existe lo que andas buscando, un proceso participativo real. ¿Alguien recuerda el famoso Consell de la Ciutat? Se formó a bombo y platillo y ha resultado un fiasco, porque al que manda no le gusta que le digan cómo mandar.
¿Y a tí? ¡Suerte!